Hola a todos los que también hayan decidido pasarse por este nuevo blog que he querido crear con mis historias para así obligarme a escribir con más ganas.-^^-
Como lo único que tengo más o menos por ahora son fanfics que hice hace tiempo para otra página, empezaré dejándoos eso y más tarde subiré historias propiamente mías.
Disfrutadlo:
He decidido a escribir
sobre Mori-sempai y Haruhi por que me gustaba la chica y
Mori-sempai...¡Es un cielo!. Me encanta y me jode que ni el comic ni
en la serie le hayan buscado a una chica,aunque,ya sé que insinúan
mucho que él esta enamorado de Honey. Y me gustaba lo que veía
cuando estos dos,en las pocas ocasiones que salían,se juntaban por
cualquier cosa. Así que aquí tenéis lo que estos dos me provocaron
y no me dejaron dormir hasta que lo hube escrito(estuve despierta
hasta las 4 y media de la mañana escribiendo la idea de esta
historia y de otras tres más. Menos mal que estábamos en verano).
Que lo disfrutéis.
ACCIDENTE
CON BUENAS CONCUENCIAS.
Mori-sempai era un hombre muy callado. Nunca solía
hablar,así que,en las pocas ocasiones en las que la hacia,la gente
solía escucharlo atentamente,ya que solían pensar que serían cosas
importantes. Pero,no hablaba poco por que no le gustara,si no por
que,en realidad,no había necesidad. Había demasiada gente en el
mundo que hablaba solo por hablar y eso le molestaba. De ahí su
decisión de solo hablar si era absolutamente necesario.
Este se encontraba en la sala 3 de música,sentado en el
alfeizar de la ventana,mirando hacia la nada. El club ya había
cerrado hacia un rato,pero,él debía esperar a Honey,que ya no debía
en tardar de comerse todos los pasteles que sus clientas le traían
con tanto mimo.
Había admitir que era monísimo y era perfecto para el
papel de shota(seria como``lolita´´,pero,la versión para
chicos)del club,pero,¿por qué veían de una forma tan encantadora
cebarle a pasteles?. Como siguieran así,el pobrecillo iba a acabar
con el tamaño de una vaca. Aunque,con todo lo que se movía a lo
largo del día(¿Ese chico es hiperactivo?),era poco probable.
En el club también había alguien verdaderamente
monisimo/a solo comportándose como realmente era. Y esa/e era
Haruhi,que se llevaba muy bien con sus clientas. A Mori le recordaba
un poco a Honey,pero,sin embargo,era algo ligeramente diferente. Ni
él mismo sabía explicar bien que era y eso le hacia sumirse en sus
reflexiones,buscando a conciencia dentro de sí mismo. Se le daba
bien la meditación,ya que,como miembro del club de kendo y campeón
del mismo deporte,tenia que tener un control mental al mismo nivel
que su fuerza física.
Pero,por mucho que buscaba y buscaba,no encontraba nada
que le sirviera.
Tan metido en sus reflexiones estaba,que no se enteró
que Honey-sempai se acercaba hasta que este saltó a sus hombros
mientras exclamaba``¡¡¡Takashi!!!´´y se colgaba allí de aquella
forma tan encantadora que a las clientas les encantaba y que era tan
típica en él.
-Mitsukuni-dijo únicamente este para darle a entender
que lo reconocía y que lo había pillado con la guardia baja y le
había asustado(este chico si que se explica bien con pocas
palabras,¿verdad?).
-¿Qué te pasa, Takashi?. Tú,normalmente,nunca bajas
la guardia. Pareces muy pensativo.¿Quieres que te traiga un
pastel?-le preguntó este,observando,preocupado,el rostro de su
primo,que aparecía con su típica cara indiferente,volviendo su
rostro de nuevo hacia la ventana.
Algo en el interior de Honey sempai se encendió como si
hubiera pulsado un interruptor y sonrió mientras dejaba a este
sumido en sus pensamientos un poco más antes de contarle lo que le
pasaba.
-Es sobre Haru-chan,¿verdad?-le preguntó mientras se
movía sobre sus hombros para poder verle la cara cuando terminaran
con aquella conversación. Además,le molestaba que la gente no le
prestara atención. Era uno de los inconvenientes de ser bajito. Que
la gente pensaba que no tenias importancia. Pero,él ya se había
encargado de cambiar eso a fuerza de palos.
Este asintió lentamente,aún mirando por la ventana.
-No sabes que es lo que te ocurre cuando la
miras,¿verdad?. Quieres protegerla y cuidar de ella por
instinto,pero,no solo eso,¿verdad?-le dijo muy calmado,como
normalmente se comportaba cuando no tenía que andar preocupándose
por su papel de shota del club y con lo que parecía crecer en el
acto en apenas un instante.
Este volvió a asentir,volviendo la cabeza hacia
Honey,con la duda brillando en sus ojos. ¿Él sabía que era lo que
le ocurría?.¿Y por qué no se lo decía ya de una buena vez?.
-Estás enamorado de Haru-chan-le dijo solamente este,
todavía con su actitud tranquila y mirando hacia la ventana con una
sonrisa típica en las personas que habían vivido y visto mucho y
que se hacia extraña en él.
Mori abrió los ojos a más no poder,sin comprender
eso.¿Él?.¿Enamorado de Haruhi?.¡¿Él?!. No podía ser verdad.
Simplemente sentía simpatía,como cuando estaba con Honey,¿no?.
¿Cómo había podido enamorarse y cuando?.
Su cerebro comenzó a retrasmitirle imágenes de Haruhi
desde el mismo día en que llegó al club,
sonriendo,enfadada,emocionada,frustrada,animada... y supo que,en
algún momento entre todas aquellas cosas que habían vivido
juntos,el amor había surgido sin que él se diera cuenta. Ahora
entendía eso de que el amor te asalta por sorpresa y que,cuando te
das cuenta,ya es demasiado tarde para intentar no enamorarte.
-No te preocupes-le dijo este,acariciándole el pelo
como si se tratara de un perro perdido.-El amor no es nada malo ni de
lo que te tengas que preocupar de ese modo. El único problema es que
los demás empiezan a darse cuentan que sientan cosas por ella,así
que será mejor que te aclares pronto antes de que te la
quiten.¡Buena suerte, Takashi!-exclamó,volviendo a su sonrisa de
shota,con las pequeñas florecillas rosas volando a su alrededor.
Este lo contempló en completo silencio e inmóvil
durante 2 minutos y asintió con energía.
Al día siguiente,al llegar a la escuela, Mori sempai
caminaba por los jardines del colegio(habia dejado a Honey en su
clase,comenzando a comer los pasteles de la mañana),cuando se
encontró a Haruhi buscando algo entre los arbustos,revisándolos
todos con detenimiento y obviamente preocupada,con sus preciosos ojos
visiblemente empañados con tristeza y preocupación.
Se colocó a su lado,con lo que ella alzó la
cabeza(sorprendida con su aparición repentina), preguntándole
silenciosamente que le ocurría. Y,por supuesto,ella entendió
perfectamente su silencio.
-Es que...encontré hace unos días un cachorro y lo
dejé aquí en una caja hasta encontrar a alguien que se lo quedara.
Le traía comida todos los días,pero,ahora no lo encuentro y no sé
donde esta. ¿Crees que alguien lo ha encontrado y lo a echado?. ¿O
qué le ha pasado algo?. Es muy pequeño y no puede ir muy lejos él
solo,¿verdad?.
Mori sempai no dijo nada,solo se puso a olfatear el aire
y comenzó a andar sin decirle nada más a Haruhi,que entendió
perfectamente de nuevo a este y comenzó a seguirlo. Desde que había
rastreado a Honey sempai en la piscina(anime:capitulo 7,manga:volumen
2,parte 7), Haruhi sabía que podía fiarse del instinto de Mori
sempai para casi cualquier cosa. Lo siguió en silencio para no
despistarlo de su tarea de rastrear al cachorro,pero,lo observaba
detenidamente.
Por que se sentía tan pequeña al lado de Mori sempai
en esas ocasiones era algo que no sabía. Y no se refería solo a la
diferencia de altura existente entre ambos,si no a como los ojos de
Haruhi lo veían a él en esas ocasiones sin que ella pudiera hacer
nada para evitarlo. Su corazón se aceleraba cuando estaba a su lado
y se le paraba cuando Mori la observaba con esa tranquilidad que
emanaba de él en todo momento. Si le sonreía o mostraba algún tipo
de afecto hacia ella,aunque solo fuera el más mínimo,se sonrojaba a
más no poder y tenía que alejarse mientras disimulaba para que el
resto de idiotas del que estaba compuesto el club no lo
notara,aunque,sospechaba que Kyouya sempai y Honey sempai ya se olían
algo. Demasiado inteligentes aquellos dos. Pero,seguía sin entender
por que le pasaba todo aquello con él. Por ejemplo,en aquel momento.
Su corazón estaba tan acelerado que le hacia daño dentro del pecho
y sentía las mejillas listas para encenderse de rojo en cualquier
momento. Y lo que más deseaba,aunque ella misma no quisiera
admitirlo,era que Mori sempai se diera la vuelta y le sonriera
mientras clavaba sus oscuros y agradables ojos en ella.
La sacó de aquellas reflexiones que para ella no tenían
ningún sentido cuando este se detuvo de golpe y miró a su alrededor
muy lentamente,lo que venia a significar que el cachorro debía de
andar por las cercanías aunque no se le apreciara a primera
vista,así que Haruhi hizo un tanto de los mismo y comenzó a mirar
con especial atención a su alrededor. Pero,el jardín entero estaba
lleno de color por las flores y los troncos de los arboles dejaban
muchos espacios en blanco. El cachorro tenía un pelaje de un tono
canela.¿Cómo iba a destacar entre tantas gamas de colores que
reinaban en aquel lugar?.
Sin embargo, Mori sempai alzó la vista hacia arriba
juntos al lado del árbol donde se había detenido, examinando las
ramas y le señaló una a ella con el dedo,con lo que Haruhi también
alzó la cabeza y pudo ver al cachorro firmemente agarrado a una rama
a una altura considerable del suelo, temblando como una hoja. No
sabía exactamente por qué,pero,ambos tuvieron la impresión del que
el cachorro no había llegado allí solo. Los perros no sabían
trepar a los árboles. Algún idiota del colegio había cogido al
pobre y lo había dejado allí arriba.
-¿Cómo le hacemos bajar de ahí?. Yo no soy buena con
los deportes...-le recordó ella,pero,eso no hacia ninguna falta,ya
que él lo recordaba todo de ella. No sabía por qué,pero,todo lo
que descubría de Haruhi u observaba se quedaba grabado en su mente
como si se tratara de un super ordenador sin que apenas él se diera
cuenta.
Sin más ni más, Mori sempai empezó a trepar por el
árbol en busca del cachorro,mientra ella esperaba a bajo,con las
manos firmemente agarradas contra su pecho,pidiendo silenciosamente
que no se cayera. Pero,este era un hombre ágil y no le costó mucho
llegar hasta el cachorro,que no dejaba de temblar y que se agarró
con más fuerza a la rama cuando volvió lentamente la cabeza hacia
él y se dio cuenta de su presencia.
Pero,este le mantuvo la mirada,de esa forma que solo se
podía decir que poseía un animal,y el cachorro pareció relajarse
un poco y se dejó coger por él cuando Mori pudo llegar a su altura
y afirmarse para no caer. Haruhi soltó una exclamación de alivio y
alegría y este la miró. Ambos se quedaron paralizados un segundo en
la mirada del otro,pero,se devolvieron las sonrisas.
Aunque,cuando Mori vio a esta sonreír,su equilibrio
pareció perderse y perdió pie justo cuando intentaba bajar de la
rama de un salto,con lo que Haruhi se llevo las manos a la
boca,conteniendo el aliento por el miedo,sin poder hacer nada para
evitar que este se precipitara contra el suelo.
Lo ultimo que pudo hacer Mori sempai fue apretar al
cachorro contra su pecho para evitar que este se hiciera
daño,mientras las ramas herían y rompían las ropas de él. Justo
antes de estrellarse contra el suelo. Mori se dio la vuelta en el
aire y cayó de espaldas para que el cachorro no recibiera daño
alguno y Haruhi volvió a soltar una exclamación,pero,esta vez de
miedo, y corrió a su lado para ver si se encontraba bien. Había
sido una caída considerable.
-¡¡¡Mori sempai!!!!.¡¡¡¿Se encuentra
bien?!!!-exclamó ella cuando llegó junto a él y cayó de rodillas
a su lado,observando todo su cuerpo en busca de heridas.
Este se incorporó sobre sus brazos hasta quedar sentado
junto a ella y asintió,mostrando que el cachorro también estaba en
perfecta condiciones,sentado como estaba en aquel momento sobre su
regazo,temblando aún un poco.
Haruhi se quedó paralizada. Viendo a Mori sempai
así,con un arañazo en la mejilla ocasionada por una rama y,con la
chaqueta enganchada en un árbol,olvidada ya, y la camisa
destrozada,ella no pudo evitar pensar que ahora entendía por que lo
habían escogido a él para el papel del hombre salvaje. ¿Cómo
podía verle tan atractivo en un momento así?. Y ese pensamiento fue
el que la sacó de sus reflexiones y la hizo ponerse en pie para
ayudarlo,intentando ocultar el rubor que le había teñido las
mejillas ligeramente.
Pero,este solo le tendió al cachorro,que ella cogió
rápidamente,y se puso en pie sin ayuda alguna, demostrando una vez
más que se encontraba perfectamente y que podía moverse sin
problemas.
-Tenemos que dejarle en un lugar más seguro. Ya he
convencido a una vecina mía para que se lo quede y se lo llevaré
hoy,pero,no me quedaré tranquila hasta que sepa que estará seguro
en algún lugar donde nadie lo encuentre-le dijo,sin mirarlo mientras
acariciaba al cachorro con la mejilla,que este agradeció con un
animado lamentón.
Mori sempai no supo por qué,pero,en ese momento,deseó
fervientemente poder ser ese perro aunque solo fuera unos instantes.
Pero,se obligó a sí mismo a dejar esa idea a un lado y,dando un
saltó bajo el árbol que muchos ya desearían poder hacer en sus
mejores días,cogió su chaqueta,ya inservible,y comenzó a guiar
silenciosamente a Haruhi de nuevo hasta un árbol cerca de la puerta
del gimnasio del colegio.
Esta no lo entendió muy bien hasta que Mori le enseñó
que había un gran agujero en su interior oculto por las hojas de una
rama baja,con lo que ella le sonrió agradecida. Y él retiró su
mirada cuando notó que se sonrojaba un poco ante esta. Cogió su
chaqueta he hizo un colchón para el cachorro,que ella deposito
dentro con mucho cuidado. Este no podría salir solo y nadie lo viera
desde fuera. Era el lugar perfecto. Así que,para que no pasara
hambre,tambien le dejó dentro algo de la comida que le había
traído.
Sin embargo,lo que ahora le preocupaba a Haruhi era la
mejilla de Mori sempai,que había comenzado a hincharse visiblemente
y que no dejaba de sangrar,pero,nada exagerado.
-Ahora,te voy a llevar a la enfermería. Me preocupa esa
mejilla hinchada-le dijo esta,enseñándosela.
Pero,este negó con la cabeza e intentó limpiarse la
sangre con el dorso de la mano.
-No hay peros que valgan. Vamos. Seguro que no es más
que un momento y solo para que yo me quede tranquila,¿vale?. Por
favor. Mori sempai-le dijo esta,observándolo detenidamente con sus
hermosos ojos marrones bien abiertos,algo que no hacia a
posta,pero,que,por eso mismo,resultaba más irresistible.
Este acabó asintiendo y se dejó llevar por ella esta
vez hasta la enfermería,pero,al llegar,se percataron de que no había
nadie. Algo extraño,pero,que podía ocurrir,ya que nadie solía
herirse en el colegio,así que Haruhi le dijo a Mori que se sentara
en la camilla mientras que ella buscaba por los armarios el material
que necesitaba.
-Es sólo curar esa herida de la mejilla,así que no me
costara mucho. Solo necesito un algodón, agua oxigenada y una
tirita. y...¡Ah!. Una servilleta o algo así para limpiar la
sangre-iba explicando ella mientras encontraba todo lo que iba
diciendo en cada una de las estanterías, mientras Mori la observaba
en silencio,a gusto solo con su mera presencia en la misma habitación
que él y completamente solos como se encontraban en ese momento.
Cuando Haruhi lo tuvo todo listo,se sentó en una
silla,en frente de su sempai,y comenzó con la tarea de limpiar y
curar. No se dio cuenta hasta que ya estaba a punto de poner la
tirita,pero,su cara y la de él estaban muy cerca y la vista de este
no abandonaba su rostro ni por un segundo,comenzando a hacer que el
nerviosismo de ella aumentara y que casi le temblaran las manos
cuando fue a colocarle la tirita en la mejilla.
-¡Ya está!-exclamó aliviada por haber terminado su
trabajo y por haber podido poner un poco de espacio entre ellos para
su alivio mental.-Ahora yo me puedo quedar tranquila.¡Muchas gracias
por todo, Mori sempai!.¡No sé que habría hecho sin su ayuda!. Si
hay una forma en la que pueda devolverle el favor,no tiene nada más
que decírmelo.
Ante estas palabras,este solo le cogió la cara entre
sus grandes y cálidas manos y,acercándola a él sin que ella
pudiera moverse o reaccionar,la besó lenta y suavemente,probando sus
labios y como de bien se amoldaban bajo los suyos. Haruhi no supo que
hacer en un primer momento,pero,cerró los ojos y dejó que él le
fuera marcando el ritmo que parecía gustarles a ambos. Cuando este
terminó de recorrer sus labios y comprobar los suaves y tiernos que
eran,le dio un pequeño mordisco,con lo que ella abrió la
boca,soltando un pequeño gemido de placer,y él pudo acceder al
interior de su boca,donde recorrió cada rincón hasta no dejar algún
lugar sin tocar,pero,a ella no pareció importarle la intrusión,ya
que se retorcía bajo él,pidiendo más o buscando un mejor angulo
para alargar más el beso.
Finalmente,tuvieron que separarse por falta de aire y
Mori la contempló,toda sonrojada y con la boca,hinchada y húmeda
por sus besos,entreabierta para conseguir recuperar el aliento. La
observó detenidamente por qué supo,sin lugar a dudas,que nunca
antes había visto algo más hermoso que ella en aquel momento en el
que se encontraba.
-Mo...Mori sempai...-murmuró
ella cuando más o menos ya había recuperado el aliento,pero,el dedo
índice de él se posó sobre sus labios,haciéndola callar,con lo
que ella volvió a clavar sus ojos, completamente abiertos y a la
espera,en él.
-Llamame por mi nombre-le dijo él,en un tono tan bajo y
ronco que ella se preguntó si realmente había hablado o solo se lo
había imaginado ella,mientras un escalofrío de gusto le recorría
la espalda bajo ese sonido.
-Takashi-murmuró,con el dedo de él recorriendo sus
labios con parsimonia,sin prisa,disfrutando de la sensación de su
tacto bajo la yema. Y,entonces,él volvió a inclinarse sobre ella y
le volvió a conceder otro de sus besos,contestando silenciosamente
de nuevo a la pregunta que no le había dejado terminar. Ella se
agarró a su camisa para tener algo en lo que apoyarse mientras este
volvía a aprender la cartografía de sus labios sin que a ella no
dejaran de escaparsele suspiros o pequeños gemidos cuando este le
mordisqueaba el labio inferior de vez en cuando.
Cuando volvieron a separarse,por falta de aire,se
quedaron mirándose a los ojos el uno al otro,ahora sin ninguna
distracción para que ellos desviaran sus miradas.
-Me gustas. Mucho-fue todo lo que le dijo este,que había
cogido las pequeñas manos de Haruhi,en comparación con las suyas,y
las tenía en su regazo,manteniéndole la vista para que ella no
pudiera apartar la suya.
Las mejillas de esta se encendieron a velocidad récord.
No dijo nada por un momento,ya que el corazón le latía a demasiada
velocidad y parecía que todo su mundo había acabado del revés ante
las palabras de él. La alegría se extendió por su pecho como si un
dique se hubiera agrietado y caído y miró a Mori sempai,que la
observaba calmadamente con sus ojos francos,cuando recuperó las
fuerzas suficientes para hablar.
-Cabe la posibilidad de que tú también me gustes a mi.
Creo que...hay una alta posibilidad-le dijo sin poder dejar de mirar
a su alrededor,pero,ahora demasiado tímida para clavarla en él.
-Sí. Creo que me gustas mucho-le dijo cuando más o
menos aclaró la confusión reinante en su cabeza y pudo mirarle sin
riesgo a que se desmayara por la vergüenza.
Este solo le sonrió y,acercando el rostro de ella de
nuevo,dejó descansar su frente contra la de Haruhi, demostrando que
no había estado tan calmado como había parecido en un principio.
Aunque ella no se explicó como un hombre tan magnifico como él
podía tener dudas sobre que le gustara a una mujer. Lo que sí sería
extraño sería que una mujer no sintiera nada al verle. Y
sobretodo,después de conocerle.
Aunque,ella sabía que todavía le quedaba un buen
trecho para conocer del todo bien aquel hombre.
Este alzó la cabeza para mirarla a los ojos y ella supo
la duda que él no expresaba con palabras.
-Por ahora,mantendremos esto oculto de los demás
miembros del club. Lo ultimo que me gustaría seria que Tamaki sempai
y los gemelos se pusieran pesados con el tema. Ya sabes,mejor que yo,
como son. Cuando pase un poco el tiempo,nos sentaremos calmadamente
con ellos y se lo explicaremos detenidamente,resolviendo todas sus
dudas.¿Te parece bien?.
Mori le sonrió de una forma tan abierta que ella se
quedó paralizada en el asiento. Ella nunca le había visto sonreír
de aquel modo. Era hermoso,casi como si una aura de luz lo estuviera
rodeando por un momento.
-Hai-dijo este únicamente,sin
percatarse del estado de ensimismamiento en el que ella se
encontraba,ya que aún no sabía explicarse muy bien lo que acababa
de ver,ya que tenía la impresión de que había sido la primera en
ver algo así por su parte.
Este no pudo contener más sus ganas y,levantándola de
la silla donde hasta ahora había permanecido sentada,la levantó y
la sentó en su regazo sin apenas esfuerzo y,envolviendo sus brazos
alrededor de ella,la apretó contra su pecho,sintiendo de nuevo su
calidez y su olor, cerrando los ojos para que no se le escapara
ningún pequeño detalle mientras ella se cogía a uno de sus brazos
y descansaba la cabeza en el hueco de su cuello.
Lo que ninguno de ellos sabía era que ya había alguien
del club que se había enterado de su recién estrenada relación.
Honey sempai se encontraba al otro lado de la puerta
entreabierta de la enfermería,donde había escuchado e imaginado los
ruidos y lo que sus ojos no habían visto mientras terminaba de
devorar uno de los pasteles que una de sus compañeras de clase le
había traído con tanto mimo.
Se alegraba por su primo,aunque,nunca se había
imaginado que se lanzara de aquel modo a por Haruhi después de su
conversación. Eso era algo que lo había dejado confundido.
Los había visto juntos en el jardín cuando le habían
preguntando donde se encontraba Mori sempai y ahora sabía que había
hecho bien en seguirlos,por que,sino,se hubiera perdido ese momento
crucial en la vida de Takashi y eso no se lo hubiera podido perdonar
a sí mismo por nada del mundo. Él se lo hubiera acabado
contando,pero,no hubiera sido lo mismo.
De verdad esperaba que las cosas les salieran bien a
aquellos dos par de tímidos y que los miembros del club no se
enfadaran demasiado por robarles a Haruhi antes de que pudieran
comenzar a pelear por ella.
Y quien hubiera dicho que un accidente pudiera tener tan
buenas consecuencias.
Fin.
De
verdad espero que os haya gustado la historia. A mi,como ya he puesto
arriba,me encantó Mori sempai por que es la clase de persona con la
que te daría gusto encontrarte aunque solo fuera una vez en la vida.
Siempre
pensé que Honey sempai parecía inocente y tal,pero,en muchos
aspectos puede ser más metódico y analítico que Kyouya sempai. Sin
embargo...¡¡¡¡Es una monada!!!,así que no podría hablar mal de
él aunque quisiera. Además,quiere mucho a su primo y lo protege,
aunque la mayoría del tiempo parece que es al revés.
Bueno...si
os ha gustado o hay algo que no entendáis o que queréis que
mejore,solo tenéis que decírmelo,ya que espero con ansias todos
vuestros comentarios,ya sean para bien o para mal,ya que se aprende más
de una critica que de un elogio.
Xao
y hasta la próxima,queridos lectores.
Nos
leeremos muy pronto.